Todo hombre sabe lo terrible que es estar desempleado (hablo por mi género). Paradójicamente, muchos empleados hoy en día sueñan con ser dueños de su propio horario, tener más tiempo libre, trabajar en remoto o convertirse en «nómadas digitales» (y sobre todo después del Covid). Después de haber vivido varias de esas experiencias, he aprendido que esos deseos no solo no te brindan tranquilidad, sino que, al contrario, pueden ser la causa de la infelicidad.
¿Por qué? Porque dejas de formar parte de un sistema donde sincronizas con otras personas. Esos momentos breves de descanso durante el día o ese fin de semana libre con amigos y seres queridos son mucho más valiosos de lo que pensamos.
Desde mi terraza, observo el tráfico matutino. Las caras no parecen muy felices, pero sé que, aunque no lo sepan, lo son. En contraste, cuando asisto a encuentros de informáticos y personas que trabajan en remoto, sus rostros son más agradables, pero transmiten una necesidad desesperada de compañía.
Mi reflexión es simple: por poco que sea, valoremos el tiempo libre que tenemos y disfrutémoslo en compañía.
¿Qué opinas tú?
¡Ganbatte kudasai! (Da tu mejor esfuerzo)
Un abrazo
Pd: ¿Necesitas desahogarte, compartir tus alegrías o simplemente charlar sobre la vida? En la pestaña de charla amiga podemos tener una conversación vía email. Me encantaría conocer tu historia.
Pd 2: Si la pestaña ya no aparece seguramente es porque estoy conversando con un número límite de personas.